El camino que transita el café, desde su siembra hasta la taza, es apasionante. El proceso de producción del buen café se caracteriza por ser meticuloso, estructurado, detallista. Las etapas comprendidas en este viaje, culminan, si es exitoso, en una de las bebidas más consumidas y apreciadas en el mundo. Se trata de un proceso en cadena, que requieren gran dedicación y experiencia para lograr una calidad excepcional y una experiencia sin igual…
Cada paso, desde el cultivo hasta la preparación de una aromática y sabrosa taza de café, influye decisivamente en el carácter y el sabor de este. Quizás amemos tanto el café, por el amor y la dedicación, que el proceso de servirlo en una tasa implica. El café, como lo tomamos, involucra varias etapas, desde el cultivo y la cosecha hasta la preparación de la bebida final. Vamos por partes…
Una vez cosechados y seleccionados, los granos de café pasan por diferentes métodos de procesamiento; pueden ser del tipo húmedo, como el proceso lavado; o seco, como el proceso natural; o una mezcla de los dos, el proceso honey. El procesamiento húmedo implica sumergir los granos en agua para eliminar la pulpa exterior y luego fermentarlos para eliminar los restos de pulpa. Por otro lado, el procesamiento seco, también conocido como método natural, implica secar los granos con la pulpa aún adherida antes de descascarillarlos. Luego, llega el momento del beneficio, donde se eliminan cualquier residuo de pulpa o piel que pueda quedar en los granos. Posteriormente, los granos de café crudos pasan por el tostado, un proceso que desarrolla los sabores y aromas característicos del café. El grado de tostado puede variar, desde un tueste claro hasta uno oscuro, cada uno con sus propias características y perfiles de sabor.
Una vez tostados, los granos de café se muelen, en distintas medidas, y se preparan para la extracción de los sabores y compuestos solubles. Aquí es donde la elección del método de preparación es fundamental, ya sea espresso, goteo, prensa francesa o cualquier otro. El agua caliente se une con el café molido, extrayendo cuidadosamente su esencia y ofreciendo una deliciosa bebida de café lista para ser disfrutada.
Cada etapa del proceso determinará, de manera definitiva, ante que tipo de café nos encontraremos, que sabor esperar, qué densidad, que aroma. Conocer este proceso y la implicancia de cada etapa en el producto final, nos guiará a disfrutar aún más de nuestra experiencia cafetera. Este proceso es un viaje apasionante, requiere una dedicación minuciosa en cada una de sus etapas. Desde el cultivo y la cosecha, hasta el tostado y la preparación final, cada paso contribuye al sabor y la calidad que hacen que café pueda ser excepcional, único en su clase. Este proceso también requiere experiencia, cuidado y pasión para lograr una taza de café que deleite los sentidos y proporcione una experiencia inigualable.
¡Descubre el arte detrás de tu taza de café favorita y disfruta de cada sorbo!